14 Jun SUPERVIVIENTES 2016: De paralíticos y minusválidos
Me gustan los reality shows, no voy a negarlo. Desde el Gran Hermano de toda la vida al actual Supervivientes 2016 que se emite en Telecinco. Pero parece que este año la isla de Honduras está llena de minusválidos y paralíticos cerebrales que no sirven para nada. Y no lo digo yo, lo dicen ellos, en concreto Mila Ximénez y Víctor Sandoval. En prime-time. ¡Chúpate esa, paralítico y/o minusválido!
Y no pasa nada, “It´s free!”.
No he visto nada escrito al respecto en ningún lugar, a ninguna entidad del sector alzar la voz… ¿Por qué? ¿Será que los paralíticos y/o minusválidos no ven Supervivientes? ¿Será que no llega el wi-fi a su reino? ¿Será que no saben escribir? ¿Que no tienen voz ni voto?
¿O será que no pasa nada? ¡Claro! Porque son expresiones que todos podemos llegar a utilizar y, bueno, es que es una forma de hablar y… no pasa nada.
Pues ya no sirve.
Uno tiene que ser consciente de lo que dice, las palabras importan y mucho, también en la televisión. No quiero decir que los concursantes estén utilizando éste tipo de expresiones de forma malintencionada, pero cuando Víctor dice: “lo entiendo, no soy paralítico cerebral”, se deduce que una persona con esta diversidad funcional no puede. Cuando Mila dice “de éste equipo sólo sirven tres, los demás somos minusválidos” se deduce que los minusválidos no sirven (además de utilizar un término obsoleto… que se sigue usando. Paradojas del lenguaje).
Al igual que se han ido desechando o censurando expresiones machistas, homófobas o racistas del lenguaje (aquí podría enumerar infinidad de colectivos, pero yo prefiero hablar de personas, sin etiquetar subgrupos), es necesario ir eliminando éstas otras. No se consentiría que se dijera en televisión “yo no friego porque no soy mujer” o «un hijo deforme o con una enfermedad antes que maricón»…. bueno, ésto lo dijeron Los Chunguitos y fueron expulsados de GHVIP3. Precisamente era Víctor Sandoval el más herido por éste comentario. No me queda claro si era más denigrante para la diversidad sexual y de género o para los “hijos deformes” (no es una nueva entrega de “Transformers”) . O una oferta “dos por uno”, oiga. Pero la cuestión es que debemos ser conscientes de éstas expresiones tan excluyentes con otras personas para cambiarlas y no utilizarlas. Aunque sea sin ánimo de faltar.
Digamos que no habría dolo, pero habría imprudencia, señoría.
Ya nos lo dice Miguel Ruiz en su ensayo “Los 4 Acuerdos”:
Sé impecable con tus palabras. Porque las palabras importan, y mucho. Lo que se dice, es lo que se ve, y lo que se ve, es.
Borja Nieto
equipo creativo saWabona.
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